Abril es el cuarto mes del año, de transición entre la primavera y el verano en el hemisferio norte del planeta Tierra. Aunque la globalización se va notando más pasaremos a recordar algunas efemérides y personajes relacionados con este mes a nivel mundial y con Canarias en particular. Y lo haremos refiriéndonos al mes de abril del año 2019, cuarenta años después de celebrar las primeras elecciones locales.
Por la importancia que Canarias tiene para la astronomía no podemos dejar de un lado el 13 de abril, declarado Día Mundial de la Astronomía, donde figuran excelentes observadores del Cosmos de Canarias como el prusiano Alejandro de Humboldt y el escocés Piazzi Smith. Han hecho posible que las islas se incorporen a la lista de puntos destacados y sobresalientes para la observación del sistema solar.
Del 14 de abril resaltaremos la celebración desde 1931 del Día de las Américas por parte de los países del Nuevo Mundo que encontró Cristóbal Colón en 1492, por encima y por debajo del ecuador geográfico. De este mismo día 14 no podemos dejar de reseñar la efemérides de la II República española en 1931. Arribando a Barcelona en la tarde del lunes 15 de abril nos llega la triste noticia del incendio en la catedral parisina de Notre Dame, en el corazón de Francia, de Europa y del universo entero.
Días más tarde resulta de obligado cumplimiento hacer referencia al día 23 donde el idioma, la lengua y las letras ocupan lugar destacado en el calendario del mes de abril. En primer lugar citaremos un año más, por la isla de Barataria, al universal don Miguel de Cervantes, el autor de del Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, así como a su coetáneo inglés, William Shakespeare, por recordar en sus obras los vinos de las Islas particularmente los de Tenerife, malvasías y vidueños. Ambos escritores nacieron en el Siglo de Oro. En este año de 2019 nos vemos obligados a recordar la figura de un ilustre artista de la naturaleza de Canarias, nacido en Arrecife, la capital de Lanzarote, la isla de los volcanes, el 24 de abril de 1919. Estamos hablando de César Manrique, arquitecto del paisaje. Así como la de don Agustín Espinosa, natural del Puerto de la Cruz (Tenerife) que dio su nombre a un Instituto en la capital de la isla de Manrique y al gobierno autonómico de Canarias para que ilustrase con Letras las ocho islas del archipiélago.
Para finales de mes, el día 27 de abril, no podremos olvidar tampoco la figura de la poeta cubana Dulce María Loynaz, por cuanto fue el día en que falleció en El Vedado de La Habana, la capital de Cuba que cumplirá 500 años de fundada por españoles en este año singular de 2019. Dulce María nació el 10 de diciembre de 1902, un día especial para los Derechos Humanos, y nos dejó 95 años después, en 1997, tras escribir entre otros libros de prosa poética, “Un Verano en Tenerife”, “Jardín” y “Fe de Vida”. Razones de tipo político nos llevarán a evocar el domingo 28 de abril, por cuanto se celebrarán elecciones generales que nos permitirán votar a nuestros representantes en el Congreso de Diputados y en el Senado. Es decir que abril seguirá siendo el mes de las lluvias mil, como bien dice el refrán, y de seguro lo elegiremos, más adelante, como referente del cambio climático. Tiempo al tiempo, ya que cumplirá con muchos requisitos que lo avalen como indicador de los cambios de las temperaturas, de las precipitaciones, de las presiones, de los vientos y de los movimientos sísmicos y terremotos, entre otros factores y elementos. Espero que las flores continúen apareciendo en forma de azucenas y amarilis, animando la vida terrenal y sigan haciendo de Canarias una tierra de promisión de plantas y se convierta en Museo Universal de árboles, tal como apuntó don Antonio Lugo y Massieu, eterno divulgador de la naturaleza en su revista El Campo, a principios del siglo XX.