Día 37 de la Alarma

Desde algún inmueble cercano trasciende una voz potente, a toda garganta, que entona el “¡Cumpleaños feliz!”. Alguien celebra su aniversario, siguen aplausos. Son las primeras señales vitalistas de la jornada. Siquiera intramuros.

A mediodía, llama Pepín Castilla, el sin par Pepín, quien dice una frase de las suyas, no tan relevante como aquella que dio la vuelta en los círculos deportivos de la ciudad hace años: “¡Háganlo municipal!”, a propósito de una crisis en el Club Deportivo Puerto Cruz; pero sí muy llamativa:

-Yo leo el periódico todos los días. Pero solo las letras grandes.

Y así se va enterando de todo. Porque hasta distingue y selecciona los telediarios, según confiesa: al mediodía se queda con el de Antena3 y por la noche, mientras cena, con el de RTVE. Un episodio que le ocurrió días pasados: acude al hospital a una consulta y cuando regresa al Puerto, al llegar al Botánico, le llaman para decir que se había dejado allí sus gafas. Nada: tuvo que volver en su busca. Ahí sigue traquinando. Y comiendo sano.

En pleno debate sobre cómo habrían de salir los niños, si es que finalmente se aprueba la medida, el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, propone una vuelta a la normalidad escalonada, manteniendo restricciones y controles tantos en puertos como aeropuertos. Sigue acreditando temple el presidente que ha priorizado la atención en la incidencia de la pandemia sin desdeñar otros asuntos políticos que merecen el interés del ejecutivo. Por ejemplo, el de la reanudación de la actividad productiva. Admite, en ese sentido, que los hoteles de las islas no pueden esperar a finales de 2020 para abrir nuevamente sus puertas.

Tenerife, con 505, es la isla con más profesionales sanitarios contagiados, un 1,68 % del total de los treinta mil trabajadores con que cuenta el Servicio Canario de Salud. En otra estadística se habla de casos positivos por municipios: Tacoronte, con ochenta, la encabeza. En la isla, según datos oficiales, son ochenta y uno los fallecidos.

Los miembros del equipo técnico que comparece en La Moncloa premia con un espontáneo aplauso la impresión que transmite el general de la Guardia Civil que cometió un lapsus el día anterior sobre los cometidos del cuerpo durante la pandemia. “No hay ideologías, lo primero son las personas”, afirma. Pero el asunto no se quedará ahí: los grupos de oposición pedirán más explicaciones en sede parlamentaria.

El último Pacharán alavés de una botella que andaba en el estante desde la noche de los tiempos, antes de la siesta, interrumpida por los polítonos del “guasapismo” incesante. A su término, cuando el sol de la tarde acaricia los pisos y las paredes húmedas, reflejándose con luminosidad, vuelve a sonar el “¡Cumpleaños feliz!”. Debe proseguir la celebración, intuimos.

Teodoro Ríos no ceja en su empeño de llevar al cine la historia de los guanches. Ya hay un guionista de postín predispuesto. Lo anunciará como debe hacerlo más adelante. Teo, miembro de una saga de artistas que brillaron en distintas modalidades, es perseverante y vuelca en este proyecto todo lo que ha ido acumulando tras consultar en infinidad de fuentes e imaginar unos capítulos de nuestra historia para darles forma y secuencia. Gran proyecto, por el que vuelca lágrimas, como contamos aquí hace meses, tras verle exponer en directo.

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