Hoy es el Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, cuando se conmemora la fecha de nacimiento del fundador Henry Dunant. Nos acordamos de algunos cruzrojistas con sobresalientes hojas de servicio en el Puerto de la Cruz, de su altruista labor, de su desempeño en cometidos de muy distinta naturaleza. Sobre todos, de Gumersindo González González, Chano, cuyo celo fue decisivo para salvar algunas vidas. Hay que reconocer, claro que sí, la abnegación y la encomiable labor de equipo y voluntaria para asistir a personas vulnerables o que la necesitan. Cruz Roja, universal, es la primera referencia que se nos viene a la mente cuando algo pasa y cuando se necesita su atención. Es la red humanitaria más grande del mundo. Merece no solo respeto sino reconocimiento, principalmente cuando en España supo desarrollar un proceso de democratización y participación interna que ha desembocado en la prestación de servicios y la formación de sus efectivos.
Es también la jornada para evocar y reconciliar en honor de quienes perdieron la vida en la Segunda Guerra Mundial, aunque las circunstancias impidan celebraciones multitudinarias. Murieron cuarenta millones de civiles y veinte millones de soldados, casi la mitad solo en la antigua Unión Soviética.
Trabajan en la reposición de la cafetería Dinámico. Un buen amigo portuense, Santiago Melián González, desconocía, según nos escribe, que habían cambiado el nombre. Para nosotros, toda la vida, será el Dinámico. Las calles están más animadas pero a la plaza le sigue faltando el quiosco de la lotería y el de la venta de periódicos y revistas. En realidad, siguen cerrados todos.
Al mediodía, videoconferencia con integrantes de Calínico y del cuadro técnico de Turismo de Tenerife, bien pertrechado y compenetrado como escribimos en la primera parte de esta entrada. Somos tantos que casi no cabemos en pantalla. Pero fueron muy interesantes e ilustrativas las informaciones y las explicaciones ofrecidas.
El sector estará muy atento, desde luego, máxime cuando la Organización Mundial de Turismo (OMT) ya ha comunicado al Gobierno de Canarias que el archipiélago será el destino del primer vuelo piloto con pasajeros monitorizados por una aplicación sanitaria segura denominada Hi+Card y libres de COVID-19. Los viajeros de este vuelo pionero en el mundo, que se realizará el próximo mes de julio, según informa canariasahora.com, llevarán gracias a esa aplicación un perfil digital único en sus ‘smartphones’, donde una entidad sanitaria, acreditada por el Ministerio de Sanidad, sube la información médica. «Así se evita la posibilidad de crear perfiles falsos o manipular los registros médicos», explica Antonio López de Ávila, cofundador de hi+Card y consejero delegado de TDDS. Los usuarios piden a estas entidades que almacenen directamente la información, de forma encriptada y segura, en sus perfiles. Yaiza Castilla, la consejera del ramo en el ejecutivo autónomo, tiene razones para estar contenta.
Como el Gobierno de Canarias, después de saberse que toda la Comunidad Autónoma pasará el próximo lunes a la fase 1 de la desescalada, palabra que no existe y no gusta, pero bueno, es la que se emplea para seguir la senda de la normalización. El presidente, Ángel Víctor Pérez, agradece a los habitantes de las islas su responsabilidad y su civismo. En su cuenta de twitter escribe: “Muy buen trabajo de la sociedad canaria. De los/as profesionales sanitarios y sociosanitarios; de las fuerzas y cuerpos de seguridad; del compromiso colectivo e individual; de quienes dieron, en sus competencias, lo mejor. A todos/as: gracias. Y sigamos siendo responsables”.
Julio Pérez, consejero de Sanidad, competencia añadida a las que ya ostentaba, no se queda atrás y atribuye a la capacidad técnica de los profesionales y al ejemplar comportamiento de la sociedad el paso a la fase 1. “Lo que ocurra a partir del lunes –advierte Pérez- dependerá de lo preparado que esté el sistema sanitario canario; y de que la gente respete las normas, las franjas horarias, las medidas higiénicas y la distancia física”. Más claro, imposible, consejero. Ya no es solo resistir; ahora también es saber conducirse. Porque los datos de más de quinientas detenciones y cuarenta y ocho mil denuncias por vulnerar el confinamiento (y que las violaciones en las islas se hayan triplicado durante el primer trimestre) obligan a recapacitar. A fondo.
Donde la crisis no se cierra es en Madrid a la que no admiten su estrambótica petición de pasar a la mentada fase 1. Un oyente de la tertulia de Cope Tenerife del miércoles telefonea para preguntar qué bola de cristal empleamos cuando vaticinamos la que se echaba encima a la alianza entre Partido Popular y Ciudadanos. Ninguna, no hay bola. Solo que hay decisiones políticas que no son a humo de pajas. Y si de postre aparece una petición no atendida, por poderosas razones, pues no era difícil la previsión.
Un fallecido más en el Puerto de la Cruz en los registros oficiales de afectados. En total, seis. Hay cincuenta y tres contagiados y diecisiete altas. Costó por la tarde que arrancaran los aplausos. Pasadas las nueve de la noche, los empleados del Dinámico seguían con sus cosas. La terraza parece ya predispuesta. Pasa un profesional portuense que viene de caminar atravesando Mequinez en ambos sentidos: “Parecía un día de fiesta”, dice desde la calle retirando momentáneamente su mascarilla.