Siempre hay desalmados en situaciones como la que va a cumplir una semana. Los que se aprovechan de las debilidades y las carencias. El hotel colindante ha cerrado ya sus puertas y eso también debe haber favorecido la acción de los amigos de lo ajeno que hace dos madrugadas rompieron las puertas acristaladas de una tienda de telefonía y se llevaron quince unidades. Lo venimos a saber en las primeras horas de este sábado en las que un perro escapa por segundos de su dueño para ahuyentar a las palomas que se mueven a sus anchas en la superficie de la plaza.
En esa tienda, a la que acudimos en busca de una solución para el guasap bloqueado, no pudieron antendernos, así que hubo recurrir a las manos expertas de la hija para salir del trance y poder seguir utilizando esa aplicación de comunicación móvil, colmatada, por cierto, pues el dato de tráfico circulante en Canarias, como registramos ayer, es escalofriante. Lástima de tanto mensaje hiriente y de tanto bulo. La de energías mal empleadas.
Que tomen nota de cómo se puede contribuir a sobrellevar el trance accediendo a la canción de la murga portuense Los Cascarrabias. Un mensaje de creatividad, ánimo y esperanza. Muy bien esa iniciativa.
Dos helicópteros militares sobrevuelan bajo. Deben seguir las inspecciones. Llegan hijos de padres y madres del Puerto de la Cruz afincados en la península, no sin agobios producto de las cancelaciones de vuelos y de las inevitables restricciones dispuestas por las autoridades.
Las calles siguen vacías. Transeúntes aislados rompen la estampa a la que nos venimos acostumbrando desde el sábado. Las cifras de hoy confirman que lo peor está aún por llegar. Informaciones de amigos coinciden en señalar que lo mejor en situaciones de crisis es no producir ni alimentar fisuras internas. Algo de eso debe estar ocurriendo en el Gobierno de Canarias. Si hay medidas correctoras, que sea para bien.
El presidente Sánchez comparece por la noche. Austero y con temple, con realismo. Pero mucho nos tememos que mucha gente desaprobará su intervención. El Telediario de RTVE, nada más terminar el resumen, rubrica con las primeras imágenes de la cacerolada que habían convocado quienes optan por un presunto rédito político.
“Lo de siempre, m’ijo, lo de siempre”, como aquella respuesta de aquel policía municipal lagunero que aguardaba la llegada de Luis Álvarez Cruz y le preguntaba: “¿Qué traerán los periódicos mañana, don Luis?”.