29 mayo, 2023

El ciclista Alfonso Pérez culmina con éxito el reto solidario “Soy Montaña” desde Martiánez hasta el Teide

Este pasado sábado, 19 de septiembre, el ciclista y montañero Alfonso Pérez Mínguez ha completado con éxito el reto solidario «Soy Montaña» en el Teide que servía de homenaje a David Calabuig.

El reto consistía en subir en bicicleta desde la Playa Martiánez de Puerto de la Cruz hasta el comienzo del Sendero de Montaña Blanca (2.350 metros), después subir y bajar a pie hasta la cima del Teide (3.718 metros), para luego bajar de nuevo en bicicleta hasta la Playa Martiánez. El tiempo empleado por Alfonso fue de 11 horas y 4 minutos para un total de 105 kilómetros.

El reto a su vez servía de homenaje a David Calabuig, más conocido como David Kala, que falleció en 2014, como consecuencia de un accidente ocurrido mientras practicaba montañismo junto a unos amigos en la Playa de la Rijana (Granada). Los padres (David y Silvia), familiares y amigos de David Calabuig, bajo el sello ‘Soy Montaña’, crearon la Asociación en la que aparte de ayudar a causas benéficas (ELA, Aúpa, Relevos por la Vida y en esta ocasión a la Asociación Antonio Vélez a través de las equipaciones  deportivas de «Soy Montaña» cuya gama dedicada a la Asociación Antonio Vélez, se ocupa a ayudar a escolarizar niños  de las zonas más remotas del Himalaya) transmiten el mensaje a aquellas personas que necesitan que la empujen a volver a vivir. La filosofía de David Kala a través de sus escritos, eran lecciones de vida, mensajes de superación, fomentando el deporte como esencia para  el desarrollo físico y mental, despertar los sentidos y valorar vivir.

Alfonso Pérez en la Playa de Martiánez recoge dos piedras que trasladó hasta el Teide
Alfonso Pérez en la Playa de Martiánez recoge dos piedras que trasladó hasta el Teide

En el reto se vivieron emotivos actos donde se recogieron piedras desde debajo del agua para llevarlas en la subida hasta la cima del Teide donde cubrirlas con arena volcánica y recordar el espíritu y filosofía de David Kala, vivir el deporte y sentir la montaña. Tras 11 horas Alfonso volvía de nuevo al punto de partida empujado por la «fuerza del después» como les gusta recordar a sus padres. Amigos de Alfonso le acompañaron en cada uno de los tramos viviendo un día de exigencia física y emociones en la cumbre más alta de España.

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