A lo largo de estas últimas semanas, hemos visto cómo diferentes cargos públicos, han pasado de ser críticos con algunos medios de comunicación locales tinerfeños, a terminar sentándose en sus platós para así seguirles alimentando su ego a algunos presentadores impresentables y de paso ayudarles a hacer caja, mientras ellos también aprovechan para publicitarse. Buen negocio es ese, en el que parece a simple vista que todas las partes sacan provecho.
Mucha es la gente honesta y de buena voluntad que está ya muy harta, ya no enciende la radio, ni la tele, y vemos los periódicos gratuitos que regalan a los bares más céntricos dormir el sueño de los justos sin que nadie ose desdoblarlos y prestarles un mínimo de atención.
Estamos muy hartos. Algunos desaprensivos medios de comunicación de nuestra isla hace ya mucho tiempo que detectaron el filón y se entregaron a las fuerzas políticas dominantes para participar del festival político en épocas de comicios y, de paso, sacar tajada, con halagos y elogios de todo tipo a aquellos que entrevistan, pero sin entrar en los asuntos oscuros que pudiesen comprometerlos, entrevistas pactadas y previo guión de lo que se va a tratar. Hartos estamos de tanta cara dura.
Ahora, en campaña electoral, han programado unos programas de “política” para dar la impresión que son plurales y diversos, sentando a diversos portavoces de formaciones políticas para debatir asuntillos de poco calado y pasar por alto los asuntos más escabrosos, en un clima creado casi festivo, como de buen rollito.
Si no lo hubiesen hecho, sin duda habría cantado un poco, el que durante sus programaciones habituales, diesen la impresión en ocasiones algunos de sus aprendices de periodista, de que son imparciales, objetivos y buenos profesionales en búsqueda de la verdad que dejan siempre aparcado el rumor obstruccionista, para informar verazmente de todo lo que acontece y logran descubrir gracias a su buen hacer y perspicacia.
La corrupción, que ha supuesto en esta isla un fraude bestial, que se está llevando por delante a un buen número de familias y personas que se han suicidado por agobio social, es algo impensable que aquí se toque, pero los datos forenses están ahí y ellos lo saben, no les interesa darle importancia, a sus amigachos políticos este es un tema que les da miedo y asusta, y es por lo que la parte política pide que se dejen asuntos muy escabrosos en el tintero a estos grandes de la comunicación parlanchina.
El aumento de estafas y robos de toda índole, incluso últimamente en los escasos cultivos agrícolas tampoco, la prostitución que ha aumentado en los últimos años, ni hablar (no obstante alguno de esos medios la estimula emitiendo pornografía en abierto, sin pensar en valorar los daños sociales, pero pensando en sus beneficios lucrativos personales), los robos constantes a turistas en parajes constatados y señalados, como playas, miradores y algún que otro vulnerable establecimiento turístico, ni caso.
La indefensión sindicada en muchas grandes y pequeñas empresas, tampoco encuentra vías de solución, y los trabajadores y trabajadoras se ven expuestos a continuos abusos con el consiguiente perjuicio de sus derechos laborales. Si protestan o exigen sus derechos, corren el grave riesgo de irse a incrementar las listas del paro.
Cuando se crea un clima de miseria como el que tenemos, aplicando una ley universal, la ley de causa y efecto, se puede observar quienes y porque han sido y siguen siendo los responsables de tan tremenda debacle.
Pero sigamos, la llamada interesada a la inmigración ha hecho que vengan personas de otras latitudes del planeta en búsqueda de una vida mejor. Además a muchas de estas personas se les ha alentado a dejar sus orígenes con falsas promesas de poder establecerse aquí. Para ello elaboraron deprisa y corriendo muchas leyes que ayudaran a alcanzar el objetivo deseado, creándose muchas ayudas sociales para emigrantes retornados por arraigo u otras cuestiones.
Son miles las personas llegadas de otros países que ahora se están dando cuenta de esta trampa política interesada y creen que han sido engañadas cuando se ven con órdenes de desahucio o explotadas a trabajar por míseros sueldos que no les dan para el sustento básico de sus familias. Ahora se han convertido en una carga tremenda para los servicios sociales de sus respectivos municipios. Muchas de estas familias están pidiendo ayuda para regresar a sus países de origen.
Todo apunta de una manera coherente, que solo interesa el poder alquiler pisos aptos para la RIC y los votitos de los amigachos, empresarios de todo origen inmiscuidos en variopintas sociedades, que jamás han pisado suelo Canario.
Estos vividores de lo público que han demostrado en su mayoría que no son aptos para la gestión de las instituciones democráticas (y no hay sino que observar el diagnostico sociopolítico Tinerfeño, que desgraciadamente no hay por dónde cogerlo), que han malgastado nuestro dinero y que nos han sumido en una precariedad de la que tardaremos tiempo en salir, buscan en este tipo de medios de descomunicación, un lavadito de imagen, para poder seguir llevando el tren de vida y poder al que están acostumbrados. Es casi como que se preparan el discursito cada cuatro años y si les sale bien, pues a seguir jodiendo al pueblo cuatro años más. De ahí que a una responsable política del Cabildo que ha dado muestras inequívocas de ser una pésima gestora de lo público, y a la que le han colado una serie de cosas tan bestiales como que un club de futbol sala haya trapichado sus cuentas y despilfarrado a lo bestia dinero público de una ONG de discapacitados, tan descaradamente como para irse a celebrar sus triunfos a los Estados Unidos de América, ahora su partido la premie colocándola de número dos en su lista al Cabildo Tinerfeño.
Y yo me pregunto ¿Cómo coño se entera el pueblo de esto, para poder decidir sus votos, si cosas de este calado se silencian y sepultan por los que tienen la obligación ética y moral de hacerlas públicas? ¿Dónde está el rigor profesional de aquellos que se dedican a la información? ¿Por qué no defienden la verdad y con ella protegen de una vez al pueblo de tanta mediocridad política?
Pues piensen ustedes queridos lectores, yo creo que lo sé. Todo apunta que este entramado triángulo esta maldito, lleno de tramposos y entrampado hasta las entrañas. Ojala el pueblo sea sabio esta vez y decida acabar de una vez por todas con tantos abusadores, poniendo a cada cual en el lugar que por méritos propios se ha ganado a pulso.
José Ramón Carrillo