La obra del polígrafo portuense José Agustín Álvarez Rixo (1796-1883), publicada en 1994 bajo el título Anales del Puerto de la Cruz de La Orotava (1701-1872), nos aproxima ante numerosos detalles del pasado en el Valle de La Orotava desde diferentes puntos de vista. Un ejemplo de ello sería la atención que muestra hacia la celebración de las fiestas navideñas en su núcleo natal. Sobre la Navidad de 1868, por ejemplo, establece que se repitieron chubascos y vientos con distinta intensidad durante diferentes jornadas, cayendo las primeras nieves en la cumbre a finales de tal año, matizando Álvarez Rixo que, a partir de tal circunstancia, “parte de los sembrados han vuelto a reverdecer”.
Sin embargo, la Nochebuena, “a pesar de los chubascos, concurrió bastante pueblo a la iglesia extrañándose mucho el que ningún individuo del municipio hubiese concurrido al banco, según costumbre en tal función”.
Respecto a 1871, establece la presencia de unos niños que participaron en la misa, ofreciendo, a través de la armoniosa melodía de sus voces, una notable impresión para sus padres y todos los allí presentes. Además, ese mismo día de Navidad, se estrenó “una bonita lámpara de metal plateado, obtenida en cambio de unos candeleros de plata vieja que existían en la parroquia”.
Son, pues, pequeños datos que nos sitúan ante el contexto de la celebración navideña en el Puerto de la Cruz durante las últimas décadas del siglo XIX.