Durante seis intensos años, el Puerto de la Cruz representó un enclave esencial para la edición de una serie de certámenes musicales denominados Festival de la Canción del Atlántico y que, a partir de su cuarta edición, pasaría a ser conocido como Festival Internacional de la Canción del Atlántico. Todo comenzó en 1966 en el recordado Lido San Telmo y, desgraciadamente, finalizó tan solo cinco años después, en 1971, en las flamantes instalaciones del Parque San Francisco.
Bélgica, Argentina, Grecia, Finlandia, Inglaterra, Alemania, Holanda, Portugal, EE.UU, Francia, Venezuela, Italia, Puerto Rico y España (con siete representantes) participaron en la última edición con temas que causaron la admiración del público e hicieron disfrutar a los asistentes durante tres sesiones. Acudieron cerca de tres mil personas para esperar, con nervios y emoción, el resultado y el siempre reñido pase a la final. A ello se unía la presencia de figuras de la canción como Rita Pavone y Karina. La victoria en la finalísima sería para el holandés Tony Ronald, interpretando su gran éxito “Help”. El segundo premio cayó en manos del francés Daniel Tomey con su tema “Je ne peux le rayer” y, el tercer lugar lo ocupó el joven cantante Camilo Sesto, con “Mendigo de amor”. Asistieron numerosos medios del ámbito nacional e internacional que dieron mayor realce al espectáculo a lo que se unió la invitación de autoridades políticas, tal y como llegaría a ocurrir con la presencia del Presidente de la República de Gambia, Dawda Jawara; la asistencia de Miss Europa, Noelia Afonso, así como directores de medios de comunicación. Tal vez muchos eran muchos los preveían el final del certamen. Los tiempos cambiaban y las preocupaciones giraban en otro sentido. Algunos no lo recordarán pero se llegó a plantear una nueva edición para 1972. Sin embargo, pese al llamamiento realizado por la Corporación Municipal y los organizadores para obtener ayuda de establecimientos hoteleros y empresas, nunca se llegó a recoger la cantidad económica suficiente que exigía materializar un certamen con una fama y trayectoria ya consolidada fuera de nuestras fronteras. El recuerdo al Festival Internacional de la Canción del Atlántico permanece con nostalgia para muchos en cientos de imágenes, melodías, vinilos y artículos de revista y prensa.