Los Realejos vivió este domingo 28 de julio uno de sus días grandes, el que cada año desde 1750, fallando únicamente a la cita en 1812 a consecuencia de una peste que afectó a esta comarca de la isla, hace que los hombres de la mar de Puerto de la Cruz suban al municipio vecino a portar a su imagen de referencia, la de Nuestra Señora del Carmen por las calles realejeras.
Esta cita, sin parangón en Canarias, por antigüedad y por unión de dos pueblos, se ha convertido en una de las jornadas religioso populares más multitudinarias de cuantas se celebran en la isla de Tenerife, y así volvieron este domingo a ser un hervidero las calles del núcleo realejero de San Agustín, donde se erige el Santuario de Nuestra Señora del Carmen y se venera durante todo el año a la Alcaldesa Honoraria y Perpetua de la Villa de Los Realejos, a la también considerada patrona del Valle de La Orotava.
La correspondiente celebración eucarística en el Santuario de Nuestra Señora del Carmen estuvo acompañada al son de la misa canaria interpretada por Tigaray, seguida de una multitudinaria procesión con la preciada talla recorriendo las calles de San Agustín, La Alhóndiga, La Virgen, García Estrada, El Mar y El Carmen, y como es también tradición, entre poesías y coplas en distintas casas del recorrido, así como los cánticos de los marineros y los miles de fieles que la acompañaron en todo momento, con la exhibición pirotécnica habitual a cargo de los Hermanos Toste.