“La memoria colectiva no es la suma de las individuales, ni tampoco la de los distintos grupos ideológicos o sociales que componen una sociedad. Viene a ser como el poso restante que queda de todas ellas acerca de la experiencia del pasado y que se decanta, como en un individuo, en forma de experiencia. La memoria colectiva, en este sentido, sirve como elemento que configura espiritualmente una sociedad, y, además, es indicio de los cambios que en ella se producen”.
(Javier Tusell: Alfonso XIII, un centenario polémico)
(El País, miércoles, 3 de julio de 2002. pp. 11)
Este sencillo trabajo quiere ser una modesta –algo desordenada e incompleta- aportación a la espléndida iniciativa de los vecinos/as del barrio de La Vera de propiciar un encuentro con su pasado a través de imágenes que remiten a la larga e interesante historia de su comunidad. Antes de abordar propiamente la cuestión, consideramos preciso hacer referencia a tres factores que enmarcan y condicionan nuestro trabajo:
En primer lugar, se trata de una breve introducción a una excelente colección de fotografías que ayudan a construir una interesante secuencia de imágenes del pasado del barrio de La Vera. Estas imágenes deben ser las protagonistas de la obra, ya que es resultado directo del esfuerzo de sus vecinos.
Asimismo, abordar la historia de un barrio presenta siempre dificultades importantes derivadas de la escasez y discontinuidad de las fuentes documentales. Este inconveniente, que es común al conjunto de la historiografía local de Canarias[1], en el caso particular de La Vera resulta algo más complejo, toda vez que la mayor parte de su territorio ha estado bajo la jurisdicción de distintos municipios en diferentes momentos de la historia.
Por último, de cara a la utilización y valoración de las fuentes estadísticas, es preciso aclarar que el contenido territorial del topónimo La Vera ha registrado notables modificaciones a lo largo de su historia[2]. Las entidades de población utilizadas por las fuentes estadísticas son bastante variables, de tal manera que la denominación o límites de un determinado lugar, barrio, entidad de población, etc., o su misma escala, son hechos convencionalmente establecidos y, en consecuencia, cambiantes, tanto por razones inherentes a la transformación de uso del espacio, como por la modificación de los criterios administrativos. demográficos, etc., en los que se fundamenta la organización territorial del municipio; e incluso, dado el carácter instrumental de tales divisiones, por los cambios operados en la función para la que ésta ha sido concebida[3].
Sin más preámbulos, entrando en materia, el barrio de La Vera está situado en la confluencia de los tres municipios que forman el Valle de la Orotava. La mayor parte del mismo está constituído por el centro sur del término municipal del Puerto de la Cruz, donde residen más del 80% de sus habitantes; la parte restante se reparte entre La Orotava, a cuya jurisdicción pertenece el sector sur oriental del barrio y Los Realejos, sector sur occidental.
CONFIGURACIÓN INSTITUCIONAL
Un aspecto muy importante a resaltar en la historia de La Vera es que su configuración jurisdiccional actual data del año 1847. En efecto, hasta la fecha indicada La Vera que forma parte del municipio del Puerto de la Cruz sólo comprendía la superficie situada al este del cauce del barranco de Las Lajas o San Felipe y por el norte hasta la Cruz del Rayo; los terrenos situados entre el barranco y el Camino de Las Quinteras se hallaba dentro de la demarcación municipal de Los Realejos. Ello significa que el grueso del barrio de La Vera pasó a formar parte del municipio del Puerto de la Cruz hace sólo unos 156 años aproximadamente. Expuesto de forma muy sintética, la incorporación de este sector de La Vera a la jurisdicción del Puerto de la Cruz constituye una reivindicación portuense que hunde sus raíces en el conflicto político que enfrentó a La Orotava, La Laguna, Puerto de la Cruz y otros lugares del norte de Tenerife a mediados del siglo XVII (1646-1651), y que fructifica y cristaliza a mediados del siglo XIX, como resultado de la convergencia de circunstancias históricas muy especiales[4].
ORIGEN Y DESARROLLO HISTÓRICO DEL BARRIO DE LA VERA
La historia del caserío o barrio La Vera arranca con toda seguridad desde mucho antes; concretamente nosotros consideramos que el núcleo central del caserío que hoy forma La Vera tiene su origen en la segunda mitad del siglo XVII. Para comprender esto, es preciso saber que una buena parte del sector norte del Valle de la Orotava, tras la conquista, se configuró como una gran dehesa propiedad del Ayuntamiento de la Isla. La administración insular, con sede en La Laguna, arrendaba anualmente parte de estos terrenos, mientras el resto quedaba como zonas de aprovechamiento comunal. A lo largo de los siglos XVII y XVIII las ambiciones particulares de los grandes señores de la comarca y la miseria y necesidad de las familias más pobres en las crisis cíclicas de subsistencia, desencadenaron ocupaciones o usurpaciones ilegales de parcelas o grandes lotes de tierras en las dehesas. En algunos casos, las ocupaciones fueron totalmente legales, promovidas desde el Cabildo lagunero para financiar con las rentas resultantes algunas obras públicas de interés general. Por lo general, las suertes o parcelas asignadas u ocupadas por los grupos sociales menos pudientes se localizaron a lo largo del cauce del barranco de Las Lajas o San Felipe, zonas de calidad agrícola inferior, además de representar un riesgo físico cierto para las huertas y casas durante las crecidas del barranco. La imprecisión de las fuentes históricas nos impide fijar con nitidez el lugar de los asentamientos, no obstante sabemos que las noticias que vamos a exponer se refieren a la totalidad del cauce del barranco de Las Lajas-San Felipe (San Antonio-La Vera) y las zonas de La Calera y las inmediaciones de la Montaña de La Horca (suponemos que parte Las Arenas y La Vera).
Como hemos adelantado más arriba, la primera noticia, acerca del establecimiento de población en esta zona, tuvo lugar a mediados del siglo XVII. Se trata de una solicitud, presentada ante el cabildo por Juan Dana ( alcalde del lugar ), en demanda de solares en la dehesa con el fin de proporcionar suelo a los pobres, donde pudiesen edificar su casa; además de financiar, con las rentas derivadas de los mismos, las obras de la iglesia parroquial[5]. El Ayuntamiento de la isla accedió a la demanda, acordando que fuesen repartidos 10 solares con una superficie de 100 pies en cuadro (776 m2. aproximadamente). Los edificios levantados en estos solares son, probablemente, las primeras construcciones de la zona descrita más arriba; y dada la escasa precisión espacial del acuerdo, no nos ha sido posible determinar su localización[6].
La consolidación definitiva del barrio, sin embargo, se produjo probablemente durante la segunda mitad del siglo. En este momento, según Núñez Pestano, tuvo lugar un masivo desplazamiento de jornaleros desde los pagos altos del Valle de la Orotava, especialmente de El Farrobo, hacia la costa con el propósito de construirse casas en la dehesa[7]. Como consecuencia de ello se intensificó, a partir de 1660, el proceso de ocupaciones ilegales (usurpaciones) de las tierras concejiles por parte de estos jornaleros. Estos, que pasan de este modo a convertirse en pequeños propietarios, ocupan parcelas o sitios dispuestos a lo largo de los caminos y en el borde del barranco de Las Lajas ( San Felipe ); lo que le confiere su característica estructura urbana lineal, orientada en sentido sur-norte. Los sitios son pequeños solares compuestos por casillas, huertos y frutales; en los de mayores dimensiones se siembra también cereales pobres y algo de viña.
En consecuencia, podemos concluir que entre 1640 y 1699 tuvo lugar la consolidación de población en la zona. No es posible precisar con exactitud el ámbito espacial del mismo, aunque como hemos señalado, es muy probable que comprendiera un ámbito territorial amplio, en el que estarían incluidos los barrios de La Vera, San Antonio, Las Arenas y La Calera.
Este conjunto de caseríos es uno de los escasos ámbitos geográficos del municipio que registra cierta expansión durante la primera mitad del siglo XVIII. En efecto, las usurpaciones de tierras en la Dehesa de La Caleta continuaron durante la primera mitad del siglo XVIII, aunque fueron particularmente intensas en el decenio de 1720-1730. Estas, como en la centuria anterior, fueron llevadas a cabo por jornaleros agrícolas, aunque ahora participan también trabajadores portuarios afectados por la profunda crisis que padece la economía local.
Ante la apertura, en 1732, de diligencias por parte del Cabildo encaminadas al desalojo de los usurpadores de la dehesa, estos elevaron una representación, a la citada institución, esgrimiendo, entre otros, los argumentos siguientes: ( … ) que las tierras que tenían ocupadas eran trozos inútiles situados fuera de las suertes que arrendaba el Concejo, que el Cabildo estaba obligado a velar por los pobres después de los desastres del temporal de 1722 que se había llevado muchas casillas en los barrancos de la zona costera del Valle, Y que concediéndoles aquellos terrenos que habían ocupado en las cercanías del Puerto de la Orotava se aumentaba la población de aquella localidad (… )[8].
Las ocupaciones ilegales de suelo concejil en el Puerto de la Cruz, al igual que ocurriera en el siglo XVII, se llevaron a cabo en la parte meridional del término municipal, esto es, en el área ocupada actualmente por los barrios de San Antonio, La Vera, Calle Nueva, Las Arenas, La Calera y La Asomada. Las fuentes consultadas no permiten dar una idea precisa acerca de la magnitud del fenómeno; no obstante, el obispo Pedro Manuel Dávila y Cárdenas, en los sinodales de 1733, señala que la población del Puerto de la Cruz se (…) compone de 665 vecinos, y de estos en La Calera y Pago de San Antonio 65, Y los demás arrruados en el pueblo (… )[9]; información ésta que sitúa en un 10 % del vecindario del Puerto de la Cruz, el peso demográfico de esta parte del municipio durante la primera mitad del siglo XVIII.
A partir de mediados del siglo XIX la información histórica – estadística comienza a ser más precisa y continua. Más precisa porque el topónimo La Vera aparece en las fuentes estadísticas desde 1856, bien es cierto que sólo en el término municipal del Puerto de la Cruz, mientras que Los Realejos y La Orotava asimilan los datos del barrio a otras entidades de población más amplias. Más contínua, porque disponemos de una serie ininterrumpida de datos demográficos y de edificios – a través del nomenclátor – desde 1856 hasta la actualidad, sujetas a las deficiencias e inconvenientes señalados al comienzo de este estudio[10] (CUADRO I).
CUADRO I | |||
EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE LA VERA (1887 – 2001) | |||
Año | Entidades de Población | Población de Hecho | Población de Derecho |
1887 | El Cañón | 36 | 28 |
Cruz del Rayo | 14 | 11 | |
La Vera | 160 | 156 | |
TOTAL | 210 | 195 | |
1900 | La Vera | 146 | 154 |
1910 | El Cañón | 71 | 71 |
La Vera | 233 | 206 | |
TOTAL | 304 | 277 | |
1920 | El Cañón | 154 | 155 |
La Vera | 244 | 250 | |
TOTAL | 398 | 405 | |
1930 | El Cañón | 207 | 206 |
La Vera | 285 | 275 | |
TOTAL | 492 | 481 | |
1940 | El Cañón | 318 | 344 |
La Vera | 391 | 423 | |
TOTAL | 709 | 767 | |
1950 | El Cañón | 400 | 419 |
La Vera | 454 | 475 | |
TOTAL | 854 | 894 | |
1960 | La Vera | 913 | 923 |
1970 | La Vera | 1411 | 1418 |
1981 | 522 | 542 | |
1986 | La Vera |
| 4017 |
1991 | La Vera | 4160 | 4186 |
1996 | La Vera |
| 4173 |
2001 | La Vera |
| 4307 |
Fuente: INE. Elaboración Propia. |
Los datos estadísticos permiten apreciar el extraordinario crecimiento demográfico experimentado por La Vera a lo largo del siglo XX. El análisis de las cifras de población revela un incremento constante de habitantes, con la salvedad del retroceso registrado en el período 1887-1900, probablemente propiciado por los efectos de la emigración a Cuba. A partir de 1900 el incremento será constante hasta la actualidad, siendo particularmente intenso entre los años 1960 y 2001, período en que la población del barrio se multiplicó por cuatro.
DESARROLLO DEL CASERÍO
A lo largo de los siglos XVII, XVIII y XIX los edificios se disponen paralelos al cauce del barranco de Las Lajas o San Felipe y en torno a los caminos (Camino del Cañón, Cordobés, Piedras Blancas, El Carril, Las Quinteras, etc.), con una estructura perpendicular a la costa, en torno a un eje norte-sur. Además, parece que se identifican claramente dos núcleos de concentración del caserío: a) En primer lugar, en torno a la zona conocida propiamente como La Vera; b) y en segundo lugar, alrededor del Camino del Cañón. En cualquier caso, dada la dispersión de los edificios y la imprecisión geográfica de las fuentes, resulta imposible ser más explícito, al menos hasta finales del siglo XIX.
A partir de 1856 disponemos de información del número preciso de edificios, en ocasiones desagregados por entidades de población más pequeñas, lo que nos permite localizar geográficamente el proceso urbanizador (CUADRO II).
CUADRO II | ||
EVOLUCIÓN DEL CASERÍO DE LA VERA (1860-1970) | ||
Año | Entidad de Población | Número de Edificios |
1860 | Camino El Carril | 1 |
Cruz del Rayo | 8 | |
La Vera | 40 | |
TOTAL | 49 | |
1887 | Camino El Cañón | 7 |
Cruz del Rayo | 3 | |
La Vera | 41 | |
TOTAL | 51 | |
1900 | La Vera | 40 |
1910 | El Cañón | 33 |
La Vera | 62 | |
TOTAL | 95 | |
1920 | El Cañón | 37 |
La Vera | 82 | |
TOTAL | 119 | |
1930 | El Cañón | 39 |
La Vera | 69 | |
TOTAL | 108 | |
1940 | El Cañón | 48 |
La Vera | 76 | |
TOTAL | 124 | |
1950 | El Cañón | 61 |
La Vera | 86 | |
TOTAL | 147 | |
1960 | La Vera | 158 |
1970 | La Vera | 320 |
1981 | La Vera | 141 |
1991 | La Vera | 1102 |
Fuente: INE. Elaboración Propia. |
Sin ninguna duda, el hecho importante que va a marcar el desarrollo del núcleo de La Vera en la segunda mitad del siglo XIX y primera mitad del siglo XX es la construcción de la Carretera General. Ésta se convertirá en el elemento clave en la ordenación de la estructura urbana del caserío de La Vera, además de erigirse en un factor dinamizador del desarrollo de la construcción en el barrio. Este fenómeno trasciende el ámbito del barrio y será un hecho que afectará al conjunto del municipio del Puerto de la Cruz.[11]
Al igual que hemos podido constatar al analizar el crecimiento de la población, también el número de edificios registra un incremento muy importante a partir de 1960. En un primer momento, en el decenio 1960-1970, se duplica el número de edificios en el barrio a través de la autoconstrucción, como respuesta a la demanda de viviendas generada al abrigo del espectacular desarrollo turístico que se está produciendo en el Puerto de la Cruz.
CUADRO III | ||
DENOMINACIÓN | FECHA | VIVIENDAS |
Barriada del Carmen | 1967 | 48 |
Barriada Isla de La Palma | ? | 56 |
Barriada Isla del Hierro | 1979-1983 | 49 |
Barriada Islas Menores | 1983 | 60 |
Barriada Isla de Tenerife | 1984 | 248 |
Barriada Isla de La Gomera | 1986 | 64 |
Barriada Isla de Gran Canaria | 1991 | 64 |
Barriadas Islas de Lanzarote y Fuerteventura | 1992 | 112 |
Total | 701 | |
Fuente: Centro Municipal de Servicios Sociales del Ayto. del Puerto de la Cruz |
A mediados de la década de los sesenta se inició un programa de construcción de viviendas sociales que se prolongó a lo largo de los decenios siguientes, de forma particularmente intensa a lo largo de los años ochenta. Este se desarrolló sobre el suelo provisto por un Plan Parcial que engloba una importante porción de suelo del sector más meridional del barrio de Las Dehesas. El polígono resultante ha servido de soporte al desarrollo reciente del barrio de La Vera, tanto de las viviendas sociales, como de las infraestructuras y equipamientos sociales, educativos, sanitarios, etc. El resultado de este proceso urbanizador en la configuración socio-cultural del barrio, es la yuxtaposición de dos formaciones sociales muy diferentes:
- Por una parte, un substrato poblacional tradicional, de origen rural, aunque sometido a un intenso y exhaustivo proceso de urbanización.
- Por otra parte, una enorme proporción de población alóctona de 3.500 a 4.000 individuos, cuya situación socio-económica viene predeterminada por las condiciones que determinan el acceso a una vivienda social.
Desde el punto de vista urbanístico, tenemos que el núcleo de La Vera actual se estructura en torno a dos realidades claramente diferenciadas: a) Por un lado el caserío – mayoritariamente autoconstruído – dispuesto en torno a los grandes ejes que ordenaron la disposición del barrio tradicional (La Vera –incluida Carretera General-, Camino El Cañón, Camino Cordobés, Piedras Blancas, Camino de Los Nidos, La Quinteras, El Carril, …. b) Por otro lado, La Vera reciente, dispuesta en torno al Plan Parcial y al nuevo polígono de Viviendas Sociales.
En los últimos años el barrio de La Vera está comenzando a experimentar el desarrollo de nuevos conjuntos residenciales de protección oficial, aunque de promoción privada, en las nuevas áreas urbanizadas.
LA PARROQUIA E IGLESIA PARROQUIAL DE LA VERA
Para este apartado nos basaremos en un amplio artículo periodístico de Melecio Hernández Pérez[12] y en las referencias que en su libro hace Mª Jesús Riquelme Pérez[13].
El barrio de La Vera accedió a la condición de parroquia el 15 de noviembre de 1943 por decreto del Ecxmo. y Rvdmo. Sr. Obispo Fr. Albino González y Menéndez–Reigada. El templo se levantó algunos años más tarde sobre un solar que donó el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, siendo su Alcalde D. Isidoro Luz Cárpenter.
Las obras de la Iglesia Parroquial de N.ª S.ª de Candelaria de La Vera comenzaron el 23 de noviembre de 1953 y su inauguración y bendición fue el 10 de abril de 1960. La parroquia –como hemos señalado- se halla bajo la advocación de la Virgen de Candelaria, siendo copatrono Santo Domingo de Guzmán.
La pieza artística más interesante es el retablo que sirve de marco al nicho donde se halla la Patrona. Está confeccionado en madera de caoba y compuesto de un único nicho de medio punto que descansa en columnas salomónicas de capiteles corintios, totalmente rodeados de motivos vegetales en madera recortada. Todo ello es obra de Salvador Pérez y otros carpinteros del lugar. También llama la atención el artesonado del camarín, de estilo neomudéjar.
Dispone de una campana propia desde 1961, traída desde Valencia del Fundidor Roses Adzaneta. Anteriormente había tenido varias campanas prestadas o cedidas por la ermita de La Luz y por la parroquia de San José de Santa Cruz; la que tiene hoy, la definitiva, fue la tercera.
El reloj se añadió en 1974, producto de la generosidad y esfuerzo de la Comisión de Fiestas con el apoyo del Ayuntamiento. Fue inaugurado el 15 de agosto de 1974, fiesta de Nuestra Señora de Candelaria.
En general, la Iglesia Parroquial es el resultado del esfuerzo colectivo de la comunidad de La Vera, cuyos vecinos/as hubieron de organizarse y esforzarse para conseguir los recursos necesarios que financiaran la construcción del templo (rifas, obras de teatro, y todo tipo de iniciativas vecinales hicieron posible el milagro).
LA EDUCACIÓN EN LA VERA
Cuando la educación no era un derecho de todos los ciudadanos, sino un privilegio de las minorías privilegiadas, la comunidad de La Vera se unió para poner en marcha la primera escuela. Según señala Martínez Sánchez, los habitantes de La Vera comprenden que les será muy difícil liberarse de su ignorancia si esperan a que la Corporación municipal resuelva el problema. Por ello se crea en el barrio una Comisión organizadora para la fundación de una escuela mixta[14]. En marzo de 1926 dirigen un escrito al Ayuntamiento en el que señalan: “la falta de escuela es tan grande que cada día se nota más esta necesidad, ya que ni escuelas particulares hay en las inmediaciones; nos hemos decidido a crear una, pero ni con las cuotas de todos los niños asistentes se cubren los gastos; pedimos que por el Ayuntamiento se dote el barrio de una escuela o se nos dé una subvención para la misma”[15]. El Ayuntamiento accedió a la demanda vecinal en abril, con la condición de garantizar la gratuidad de los niños/as pobres. El 1 de agosto de 1926 –la comunidad vecinal unidad por la educación- logra abrir las puertas de la primera escuela del Barrio de La Vera. Durante la Guerra Civil se abrió la Escuela de niñas.
CUADRO IV | |||
Año | Niños | Niñas | Total |
1940 | 74 | 76 | 150 |
1959 | 114 | 105 | 219 |
Fuente: MARTÍNEZ SÁNCHEZ, Juan J.: La instrucción pública en La Orotava (de 1900 a 1960), Ayuntamiento de La Orotava, 1988. Elaboración propia.
La infraestructura educativa del barrio de La Vera, a partir de los años setenta, ha mejorado notablemente, especialmente en la etapa democrática. En ese período se creó el Centro de EGB, actual Centro de Primaria; en los años ochenta el Centro de Educación Infantil Clara Marrero, la Tutoría de Jóvenes o Educación Compensatoria, e incluso la desaparecida Escuela Popular de La Vera. Por último en los años noventa se dotó al barrio con el Instituto de Educación Secundaria María Pérez Trujillo.
Como conclusión más reseñable de esta breve incursión en el pasado del barrio de La Vera, quisiera subrayar de modo muy especial la capacidad de la comunidad vecinal para afrontar colectivamente los retos que les han ido planteando las situaciones sociales que les ha tocado vivir. Cómo la comunidad vecinal fue capaz de dotarse de escuelas para la infancia, o de un templo que sirve de centro espiritual a la parroquia y de elemento simbólico de la identidad sus habitantes.Es importante que la comunidad vecinal se sienta heredera de una larga y rica historia, que se ha construído sobre el esfuerzo y la ilusión de mucha y buena gente. Sugiero que esta modesta aportación, sin ninguna pretensión, logre desencadenar el interés de los vecinos/as por su pasado y comiencen a recoger y conservar la memoria de la vida del barrio que aún guardan en su recuerdo los mayores del lugar.
[1] La mayor parte de los archivos históricos de Canarias han sufrido incendios, expolios, … que han mermado drásticamente sus fondos.
[2] En algunos nomenclátor encontramos sólo La Vera; en ocasiones el barrio aparece dividido en La Vera y el Camino de El Cañón; e incluso puede llegar a presentarse fragmentado en La Vera, Camino El Cañón y Cruz del Rayo. En los municipios de La Orotava y Los Realejos no se especifica una entidad territorial llamada La Vera. En cualquier caso ninguna fuente estadística
[3] BARROSO HERNÁNDEZ, Nicolás: Puerto de la Cruz: La formación de una ciudad, Área de Cultura del Organismo Autónomo Local del Excmo. Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, Puerto de la Cruz, 1997, p. 69.
[4] Para ampliar esta cuestión ver BARROSO HERNÁNDEZ, N., Op Cit., 1997 y HERNÁNDEZ, Manuel y ARBELO, Adolfo: Las Elecciones Municipales en el Valle de la Orotava 1841.1899, Ayuntamiento de La Orotava, La Orotava, 1982.
[8] NÚÑEZ PESTANO, J. R., Op. cit.. p. 606. Las fechas de asentamientos en Las Dehesas parecen reflejar la coyuntura crítica que sufre la Isla en la década de 1720-1730, obligando a muchos trabajadores agrícolas del Valle y a quienes vivían de las actividades portuarias del Puerto de la Orotava a buscar en la ocupación de la dehesa una pequeña propiedad para subsistir.
[9] DÁVILA Y CÁRDENAS, Pedro Manuel, Constituciones y nuevas Adiciones Synodales del Obispado de Las Canarias, Madrid, 1737.
[10] Las fuentes estadísticas trabajan con entidad territorial denominada La Vera, que no comprende la totalidad del territorio que entendemos por tal (ver nota introductoria). Una depuración de las cifras, inferidas a partir de aproximaciones bastante rigurosas realizadas en 1986, nos permiten afirmar que la población de la realidad territorial que se considera socialmente barrio de La Vera del Puerto de la Cruz, supera ampliamente los seis mil habitantes. No obstante, el presente estudio considerará y se ajustará a los datos estadísticos oficiales.
[12] HERNÁNDEZ PÉREZ, Melecio: La Parroquia de La Vera y otros asuntos, El Día, 28 de mayo de 1995. p. 70/XXIV.
[13] RIQUELME PÉREZ, Mª Jesús: La Virgen de Candelaria y las Islas Canarias, ACT., S/C. de Tenerife, 1990. pp. 253-255.