Puerto de la Cruz celebró su edición 2020 del entierro de la sardina “entre llantos y lamentos” a lo largo del recorrido que culminó en el muelle portuense. Antes y desde media tarde se abrió el velatorio para que viudas, plañideras y mascaritas pudieran dar su último adiós a la sardina.
El cortejo fúnebre que contó con la participación de la banda de cornetas, gaitas y tambores de nuestra señora de la Salud del barrio de San Antonio hizo su recorrido por las calles San Juan, Luis de la Cruz, Benjamín Miranda, La Hoya, Avenida Familia Betancourt y Molina y Paseo de Colón. Allí permaneció la sardina para que fuera velada incluso por los miles de turistas que también mostraron su pesar ante tan enorme pérdida.
Este año para proceder a la cremación de la sardina se desarrolló un nuevo recorrido desde la zona de Martiánez animado por la fanfarria Santa Catalina que hizo menos doloroso este día tan triste para los cientos de viudas que se han quedado solas por tan sensible pérdida.
Finalmente, y como reza la tradición, la sardina y sus cenizas acabaron en la hoguera del muelle donde se procedió también a la exhibición pirotécnica que ahogaron las lágrimas de las miles de personas que allí se congregaron.
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Reportaje gráfico: Moisés Pérez
