Desde el área de Salud que dirige Alberto Cabo Padrón, concejal del Ayuntamiento de Puerto de la Cruz, ha puesto en marcha una campaña de control de plagas para evitar la proliferación de cucarachas y ratas. El tratamiento de desinsectación y desratización dará comienzo el próximo martes 29 de octubre y se extenderá a lo largo de dos meses por todos los barrios del municipio.
La primera zona a tratar será Punta Brava hasta Castillo de San Felipe para, posteriormente, el jueves 31 pasar a la zona del Ayuntamiento y alrededores. Estos tratamientos continuarán, el 5 y 7 de noviembre, en las zonas de Martiánez, Belair, La Paz y alrededores; del 12 al 14, en Barriada Carlos Arias, Mercado, zona Las Cabezas, C/Nueva, Barrio San Antonio y su entorno; del 19 al 21 en el Barrio de la Vera y alrededores; el martes 26 y el jueves 28 de noviembre se finalizará con el repaso a las zonas anteriores, al término de esta batida se analizarán los resultados para volver a actuar en zonas que necesitan mayor refuerzo en el mes de diciembre.
El Ayuntamiento, en colaboración con la empresa CONPLA Control de Plagas, que se encargará de la ejecución de este plan de desinsectación y desratización, comunicará a todos los vecinos/as y comerciantes la imposibilidad de baldear la vía pública hasta que transcurran las 24 horas desde la aplicación para asegurar la eficacia de dichos tratamientos.
Según recuerda el concejal Alberto Cabo, durante la aplicación de los plaguicidas en la red de alcantarillado, puede incrementarse la presencia de cucarachas en el exterior al intentar estos insectos ponerse a salvo de la acción de los insecticidas. Se añade que no obstante, “mueren pasados unos minutos”, por lo que el área de Salud se coordinará con los servicios de limpieza de las zonas de actuación para evitar en la medida de lo posible la presencia de insectos muertos en la vía pública.
Por ello, el Ayuntamiento pide colaboración a la ciudadanía para que tengan especial cuidado y depositen los residuos domésticos en los contenedores, evitando que éstos caigan fuera de los mismos, y que exista la menor cantidad de restos de comidas y de envases en calles y parques infantiles, para evitar situaciones que pongan en riesgo la salubridad en el entorno de los contenedores.