La tarde noche de ayer nos deja una sensación de deja-vu, de un esto ya lo hemos vivido antes. Tras las intensas lluvias que comenzaron al finalizar la tarde, la Plaza del Charco volvió tristemente a hacer honor a su nombre y se colmó por la incapacidad del sistema de saneamiento de asumir el volumen de precipitaciones que también afectó a otras zonas del municipio como la calle Perdomo y el propio barrio marinero de La Ranilla. Los bomberos tuvieron que actuar para poder achicar el agua especialmente en la zona norte de la plaza y en la confluencia con el costado oeste, así como en garajes y locales próximos. Una situación que nuevamente parece denotar que el sistema de alcantarillado no ha dispuesto de la limpieza y el mantenimiento que se precisa para evitar situaciones como las de ayer que ha generado daños a empresas y vecinos de la zona.
De igual manera se vieron afectados los accesos a la ciudad por la carretera del Este por riesgo de desprendimientos, así como el de la carretera de El Burgado que el Cabildo mantuvo cerrada por el arrastre de piedras en la calzada y que ha vuelto a estar operativa al mediodía de este jueves. La carretera del Este que permite acceder por Martiánez también se encuentra abierta al tráfico.
Por su parte la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, a través de la Sala Operativa del CECOES 112, ha dado por finalizada la situación de pre-alerta por Fenómenos Meteorológicos Adversos.
Fotos: Segundo Sacramento Domínguez
