Resulta evidente como de manera paulatina los llamados códigos QR se empiezan a sembrar en todo tipo de soportes. Un código que habitualmente se descodifica a través de smartphones que por otra parte empiezan a ser mayoría entre los usuarios de telefonía. Hoy les traemos una forma curiosa, imaginativa y práctica: colocar un código en un mosaico en el suelo que se ha puesto en práctica en Lisboa. Concretamente en la Rua Garret del barrio de Chiado. Sus dimensiones son de proximadamente un metro cuadrado y gracias a él, los visitantes sólo tienen que apuntar al suelo con su smartphone y obtendrán en su dispositivo información turística de la zona en inglés y portugués.
Esta es una estupenda forma de combinar arte, nuevas tecnologías e información turística de una manera divertida y original. El diseño de este código QR mantiene el estilo de los típicos mosaicos de inspiración romana introducidos en el pavimento de la capital portuguesa en el sigo XVIII, durante la reconstrucción de la ciudad tras el terremoto de 1755.